Oh, cuando se trata del problema del alto contenido de azufre en el agua entrante, muchos amigos que trabajan en el tratamiento de aguas residuales pueden haber tenido dolor de cabeza. Si esto excede el estándar, habrá muchos problemas. Por no hablar de la dificultad de manejarlo, el olor es suficiente para ser insoportable: el olor a huevo podrido del sulfuro de hidrógeno puede hacer que la gente frunza el ceño cuando flota. Si la concentración es demasiado alta, no solo es desagradable, sino que también puede ser tóxica, lo cual no es una broma para los operadores y el entorno circundante. Por lo tanto, una vez que el contenido de sulfuro en el agua entrante excede el estándar, es importante encontrar una solución lo antes posible.
En primer lugar, debemos entender de dónde proviene realmente este sulfuro. En general, los sulfuros en las aguas residuales domésticas no son particularmente altos, pero si se mezclan aguas residuales industriales, la situación es diferente. Por ejemplo, algunas empresas químicas, plantas de procesamiento de alimentos, mataderos, fábricas de cuero, etc. pueden descargar aguas residuales con altos niveles de sulfuros. Además, si las aguas residuales permanecen en la tubería durante demasiado tiempo, especialmente en entornos anaeróbicos, las bacterias también descompondrán la materia orgánica en sulfuros, lo cual también es una fuente común. Solo conociendo la fuente podemos recetar el medicamento correcto, ¿verdad?
¿Cómo debemos manejarlo específicamente? En realidad, hay muchos métodos, y debemos elegir según la situación real.
Hablemos de lo que se puede hacer primero en la etapa de preprocesamiento. Es como lavar los platos limpios antes de cocinar. Antes de que las aguas residuales entren en el sistema de tratamiento, se deben eliminar algunos sulfuros para reducir la presión del tratamiento posterior. El método más directo pueden ser los métodos físicos y químicos. Por ejemplo, agregar oxidantes como peróxido de hidrógeno e hipoclorito de sodio para reaccionar con los sulfuros y oxidarlos en sustancias inofensivas. Sin embargo, la cantidad de oxidante agregado debe calcularse con precisión. Si se agrega muy poco, no se utilizará. Si se agrega demasiado, será un desperdicio y también puede afectar el tratamiento bioquímico posterior. Esto debe tenerse en cuenta.
También existe un método de precipitación, que implica agregar sales metálicas como cloruro férrico, sulfato ferroso, sulfato de cobre, etc. al agua. Estos iones metálicos pueden combinarse con sulfuros para formar precipitados de sulfuro insolubles, que luego pueden eliminarse mediante precipitación o filtración. Este método no es complicado de operar y el efecto es bastante obvio, pero producirá algo de lodo, y el tratamiento posterior del lodo también requerirá algo de esfuerzo.
Oh, cuando se trata del problema del alto contenido de azufre en el agua entrante, muchos amigos que trabajan en el tratamiento de aguas residuales pueden haber tenido dolor de cabeza. Si esto excede el estándar, habrá muchos problemas. Por no hablar de la dificultad de manejarlo, el olor es suficiente para ser insoportable: el olor a huevo podrido del sulfuro de hidrógeno puede hacer que la gente frunza el ceño cuando flota. Si la concentración es demasiado alta, no solo es desagradable, sino que también puede ser tóxica, lo cual no es una broma para los operadores y el entorno circundante. Por lo tanto, una vez que el contenido de sulfuro en el agua entrante excede el estándar, es importante encontrar una solución lo antes posible.
En primer lugar, debemos entender de dónde proviene realmente este sulfuro. En general, los sulfuros en las aguas residuales domésticas no son particularmente altos, pero si se mezclan aguas residuales industriales, la situación es diferente. Por ejemplo, algunas empresas químicas, plantas de procesamiento de alimentos, mataderos, fábricas de cuero, etc. pueden descargar aguas residuales con altos niveles de sulfuros. Además, si las aguas residuales permanecen en la tubería durante demasiado tiempo, especialmente en entornos anaeróbicos, las bacterias también descompondrán la materia orgánica en sulfuros, lo cual también es una fuente común. Solo conociendo la fuente podemos recetar el medicamento correcto, ¿verdad?
¿Cómo debemos manejarlo específicamente? En realidad, hay muchos métodos, y debemos elegir según la situación real.
Hablemos de lo que se puede hacer primero en la etapa de preprocesamiento. Es como lavar los platos limpios antes de cocinar. Antes de que las aguas residuales entren en el sistema de tratamiento, se deben eliminar algunos sulfuros para reducir la presión del tratamiento posterior. El método más directo pueden ser los métodos físicos y químicos. Por ejemplo, agregar oxidantes como peróxido de hidrógeno e hipoclorito de sodio para reaccionar con los sulfuros y oxidarlos en sustancias inofensivas. Sin embargo, la cantidad de oxidante agregado debe calcularse con precisión. Si se agrega muy poco, no se utilizará. Si se agrega demasiado, será un desperdicio y también puede afectar el tratamiento bioquímico posterior. Esto debe tenerse en cuenta.
También existe un método de precipitación, que implica agregar sales metálicas como cloruro férrico, sulfato ferroso, sulfato de cobre, etc. al agua. Estos iones metálicos pueden combinarse con sulfuros para formar precipitados de sulfuro insolubles, que luego pueden eliminarse mediante precipitación o filtración. Este método no es complicado de operar y el efecto es bastante obvio, pero producirá algo de lodo, y el tratamiento posterior del lodo también requerirá algo de esfuerzo.
Además, es necesaria la coordinación entre las diferentes unidades de procesamiento. Por ejemplo, si el efecto del pretratamiento no es bueno, el tanque bioquímico tendrá que soportar una mayor presión. Por el contrario, si el funcionamiento del tanque bioquímico es inestable, también puede hacer que el contenido de sulfuro en el efluente exceda el estándar. Por lo tanto, debemos considerarlo en su conjunto y vigilar de cerca todos los aspectos.
Si se encuentra con aguas residuales con alto contenido de sulfuro que son particularmente difíciles de tratar, es posible que deba usar varios métodos juntos, que es el llamado proceso de combinación. Por ejemplo, primero elimine una parte utilizando el método de purga, luego agregue un poco de agente oxidante para un tratamiento adicional y luego ingrese a la piscina bioquímica para controlar a fondo los microorganismos. Aunque puede ser un poco problemático, puede garantizar que el efecto del procesamiento cumpla con el estándar.
Por supuesto, los problemas de seguridad deben ser la máxima prioridad durante el proceso de manipulación. El sulfuro de hidrógeno es un gas tóxico, y las altas concentraciones pueden causar envenenamiento e incluso poner en peligro la vida. Por lo tanto, durante la operación, el personal debe tomar medidas de protección, usar máscaras de gas y garantizar una buena ventilación en el área de trabajo. Si se utilizan algunos agentes químicos, también se debe prestar atención a los métodos correctos de almacenamiento y uso para evitar accidentes.
En general, no existe un enfoque único para tratar el problema del alto contenido de sulfuro en el agua entrante, y las situaciones específicas deben analizarse caso por caso. Primero, encuentre la fuente, luego verifique qué tan alta es la concentración y qué tan bien el sistema de procesamiento puede soportarlo, y luego elija el método apropiado, que puede ser uno o una combinación de varios métodos. Además, el monitoreo continuo, el ajuste y la acumulación de experiencia son necesarios durante el proceso de tratamiento para resolver este problema y garantizar que las aguas residuales se descarguen de acuerdo con los estándares. Esto no solo protege el medio ambiente, sino que también evita problemas innecesarios.